Europa del Este

La implantación del sistema político socialista en los países de Europa del Este durante el siglo XX ha sido determinante en el teatro de títeres. En el primer cuarto de siglo ya existían algunas asociaciones que apoyaban los espectáculos de marionetas, pero el mecenazgo social derivó paulatinamente hacia un mecenazgo estatal. En 1931 se creó el Teatro Central de Moscú, dirigido por Serguéi Obraztsov, cuya influencia fue decisiva sobre aquellos países en los que se implantaron regímenes socialistas. A pesar del reconocimiento que alcanzó, no fue el único en investigar esta forma teatral. Algunos marionetistas ya mantenían relaciones con los creadores más importantes del continente y existían también distintas manifestaciones de tradición popular consolidadas en siglos anteriores.

La aparición de los teatros nacionales a partir de 1950 supuso un nuevo modelo de organización, con un desarrollo extraordinario del teatro de títeres en todos sus aspectos: desde la formación de profesionales hasta la renovación estética y dramatúrgica del género. A partir de 1990 el sistema socialista entra en crisis, estos países se abren a un incipiente capitalismo y se instauran los primeros sistemas democráticos. Las compañías de títeres intentan reorientar su camino y practican nuevas formas de organización privada que les permitan situarse en el nuevo mercado nacional e internacional.